miércoles, 13 de julio de 2011

Los 10 pecados capitales del ciclista urbano



No se trata de poner penitencias de oraciones, pero existen ciertas reglas no escritas que en caso de no seguir al pie de la letra podrían traerte problemas, así que saca papel y lápiz, y apunta, que no sólo basta con subirse la bici y tomar camino.

1.- Nunca circules en contra sentido, pues no sólo es un riesgo para ti, sino peor aún, para los demás. En un crucero nunca serás visto por un automovilista ni por un peatón. ¡Cuidado!

2.- No escuches música perdido en el ipod mientras pedaleas en la calle; es una tontería hacerlo ya que te distrae y tu sentido del oído queda atrapado en la música. Para tu sorpresa, el oído te puede servir en más de las veces como un espejo retrovisor cuando se acerca hacia ti un auto o un camión y sin verlo puedes escuchar su motor; de hecho, por el sonido puedes advertir, sin voltear.

3.- No conduzcas sin lentes de protección; el ambiente está cada vez más sucio y cuando menos te des cuenta, en el mejor de los casos, puedes pescar una ligera infección o una irritación ocular. Lo peor puede ser una basurita en algún ojo, algo realmente molesto.

4.- No vistas ropa de color oscuro; recuerda que en la calle los automovilistas no prestan mucha atención a cosas más pequeñas que los autos, así que más vale traer vestimenta de colores muy vistosos para que te visualicen. Colores recomendados: el verde limón que usan los policías de tránsito o el naranja.

5.- No uses calzado que se puede resbalar en los pedales, me refiero a mujeres que van con tacones u hombres con zapatos de vestir o, peor aún, sandalias. En un tope o un brinco de la bici, tus pies pueden patinarse de los pedales y no quiero platicarte el buen golpe o susto que te vas a llevar.

6.- No lleves colgada alguna maleta de un solo tirante, portafolio de correa o en el caso de las mujeres una bolsa; al no ser tan estable como una mochila de espalda con doble tirante que se ajusta perfectamente, tienden a moverse y estorbar al momento de pedalear; eso distrae y entorpece la mecánica del pedaleo.

7.- No seas un pseudo ciclista banquetero. Una de las principales faltas es andar sobre banquetas, camellones muy grandes como los de Paseo de la Reforma o dentro de los parques como si fueras un niño. No es gracioso y sólo demuestra la ignorancia del que se dice ciclista, es peligroso para los peatones y deja ver un nulo grado de educación urbana.

8.- Jamás hables por celular cuando vayas en bici; si de por si ya es peligroso que vayas con tu atención a la conversación, date cuenta de que sólo controlas el manubrio con una mano. Un bache, un tope, una piedrita y hasta un imprevisto como un peatón distraído o un perro podrían terminar en fatales consecuencias, de verdad.

9.- No pases sobre una coladera con tus llantas en la misma dirección que las rejillas, es la peor trampa y no falla. El neumático queda atrapado y tu saldrás por los aires hacia el frente. Existen muchas coladeras de rejillas en la ciudad, y para mala suerte de los ciclistas, pareciera que el GDF las colocó de manera vertical sobre el piso. Por esa razón, crúzalas de manera perpendicular para que nunca se atasque tu llanta delantera. Cabe señalar el mismo caso en las vías de tren o las viejas vías de los tranvías que aún existen en algunas calles o caminos.

10.- No juegues al jinete llevando uno o más perros agarrados de la correa mientras ruedas; en primera es muy cruel porque muchos perros no pueden correr tanto y ni tan rápido como un bicicleta; segundo, no tienen porque jalar al dueño; y tercero, si llegase a cruzarse el perro frente a la bici por corretear a otro, podrás sufrir un grave accidente.

 Comentarios: halconnegrobh@gmail.com


lunes, 13 de junio de 2011

¡Y se dicen ciclistas!

¿Necedad o ignorancia?

Realmente es molesto, no lo puedo ocultar y creo que a más de uno le habrá sucedido: Ir en tu bici y toparte con otro pseudos ciclista que viene contra ti porque le dio la gana ir contra el sentido de la circulación o porque sencillamente tuvo pereza de cruzar la calle para ir en el sentido de los autos.
La cuestión es que no sólo es molesto, sino chocante y aunque no lo creas, muy peligroso.

¿Bailamos?
Si alguien duda del peligro que esta situación representa, baste un burdo ejemplo: Cuando vamos a pié en la acera y otro individuo viene exactamente frente a nosotros, es muy común que ambas personas elijan el mismo lado para continuar su caminar y después de dos o tres pasos laterales, terminemos por reí y decirle: ¿bailamos? Bueno, de ahí no pasa puesto que al caminar no desarrollamos una gran velocidad, pero ¿qué sucede cuando vamos rodando? ¡Cuidado¡ Más de una vez lo he visto e incluso lo he vivido. Si elijo ir por mi derecha, el otro ciclista también lo hace; si opto por la izquierda y él tipo hace lo mismo. Lo mejor es frenar, nunca intentes adivinar.
Es verdad que emplear una bicicleta te permite ir por muchos sitios en donde jamás podrías hacerlo en un automóvil, pero eso no significa que tienes el derecho de hacer lo que te venga en gana, y me refiero principalmente a rodar en contra sentido.

Un real absurdo
En ocasión he escuchado un comentario o argumento realmente muy torpe y tonto que afirma que ir en contrasentido es lo mejor, porque de esa manera el ciclista podrá ver siempre de frente a los automovilistas y así jamás lo tomarán por sorpresa.
Ese razonamiento es tan absurdo que pasará factura al ciclista al llegar al primer crucero peligroso, ya que los automovilistas siempre voltearán en la dirección que vienen circulando los autos, no en contra, por lo que lo más seguro es que el ciclista que se atreva a hacer eso podría quedar en dicha esquina.
Otro ejemplo, porque los hay muchos, son los transeúntes que cruzan la calle; nunca mirarán en contra sentido, siempre lo harán hacia donde vienen los autos, por lo que me ha tocado ver más de una vez como los pseudo ciclistas que van en contra se han estrellado con personas con resultados realmente lamentables y, encima, estos disque pedalistas se atreven a discutir al reclamar a la gente el por qué no se fijan al cruzar la calle, ¡por favor!
Lo anterior sucede en muchas calles de la ciudad, pero lo lamentable es que ocurra en avenidas, donde no se puede transgredir las reglas. Una cosa debe quedar bien clara, ser ciclista no significa que se haga lo que uno quiera de manera impune: también hay reglas e incluso algunas no escritas.
No obstante, esta columna o entrega en mi blog surge de la indignación después de ver como esta falta de respeto por el sentido de circulación es una constante en la ciudad y peor aún en avenidas sumamente transitadas como Paseo de la Reforma, algunas calles del Centro Histórico, Coyoacán y por increíble que parezca hasta en el Periférico.
Pero el caso de Reforma es especialmente decepcionante, ya que a pesar de contar con una ciclopista con claros señalamientos de circulación, éstos son ignorados por los ciclistas que en sus prisas no les importa ir en contra e incluso poner en peligro a quienes si van en el sentido correcto.
No obstante, éste es sólo uno de los diversos aspectos negativos de quienes toman un bici y desconocen las reglas de la urbanidad para rodar; porque no basta con hacer una marcha exhibicionista de ciclistas semidesnudos para lograr el respeto de los automovilistas y los peatones, hay que saber ser ciclistas de verdad y no sólo de ocasión.
No basta subirse a una bicicleta y pedalear para llamarse ciclista; va más allá, es una cultura y una forma de ser.
Para la siguiente entrega, otro punto oscuro de los pseudos ciclistas, los banqueteros, que son otra pesadilla, pero de eso ya hablaremos en la siguiente rodada en la pantalla.

¡Y recuerda, rueda hasta donde tu imaginación te lo permita!

Comentarios: halconnegrobh@gmail.com

lunes, 23 de mayo de 2011

Puntos básicos, parte II

Hola, nos encontramos nuevamente en la pista y me pregunto si has hecho tu tarea después de los tips que comentamos en la entrega anterior; ¿cómo te sentiste, rodaste mejor, experimentaste mayor comodidad en tu bici y un mejor rodamiento?, Ignoro si los pusiste en práctica o no, pero no te preocupes, no corremos prisa, tenemos calles y calles para practicar y mejorar.

Los básicos faltantes:

El manubrio o volante
Para bicicletas de calle o tipo de montaña existen dos básicamente, el recto y el alto con ciertas curvas en los extremos hacia atrás. El primero, al ser una prácticamente una línea recta, te hará que vayas un poco más inclinado en la bici, pero no deja de ser cómodo. Eso te hará más rápido. El segundo, como el que traen equipadas las ‘ecobicis’, es mucho más cómodo, pero la verdad es que te hará más lento. Personalmente te recomiendo el recto, pues te hace sentir más rápido y se tiene mayor control de la bicicleta.

Los frenos
Básicamente existen dos, los llamados de cangrejo y los de columpio. Los primeros son muy duros y casi no frenan, no imprimen la presión necesaria al rin para frenar. Su apariencia es como de unas pinzas de cangrejo. Los segundos son los mejores, se componen de dos piezas (van sujetas en las extremidades de la tijera) y son unidas por el cable de acero o chicote. Realmente hacen una buena presión sobre el rin si están bien colocados y son muy sencillos de calibrar. Actualmente muchas tiendas y modelos manejan los de ‘disco’ y tratan de convencerte que son lo último y mejor, pero para ser sinceros, esos son para requerimientos más extremos como el ‘down hill’ (descensos), son mucho más caros y encarecen el precio de una bici. Además, la verdad, es que no lo requieres para andar en la ciudad. Así que no gastes de más.

La combinación de platos
Me dirás, ¿qué es eso? Pues bien, se les llama platos a las dos o tres estrellas dentadas que tienen las bicicletas en el eje en donde están los pedales; se les llama platos. En tanto, en la llanta trasera existe el llamado sprok, que es el juego de pequeñas estrellitas o piñones, como se les dice, y es idóneo saber como combinarlos a la hora de andar en calle.
Si apenas comienzas, lo mejor será que adelante coloques la cadena (al hacer el cambio) en el plato intermedio y en el sprok trasero lo hagas en la parte media. Por lo regular las bicis tienen de seis a nueve piñones. Si es de seis, basta que coloques la cadena en el cuarto piñón (siempre cuéntalos del más grande al más pequeño), si es de nueve, en el quinto.
Conforme te sientas con mayor capacidad, disminuye el tamaño del piñón, o mejor aún, haz el cambio de cadena hacia el plato grande delantero, mientras que en el sprok sube un poco al tercero o quizá segundo; sentirás mayor velocidad y tu bici aún será ligera para pedalear. Con el tiempo aprenderás a hacer combinaciones de acuerdo al terreno y a tu capacidad.

Indumentaria
Algo netamente básico es la ropa y los accesorios. De cajón usa tu casco, hay de todos precios y existen algunos baratos. No sabes de lo que te pueden salvar ante una caída. Si lo prefieres adquiérelo con visera para protegerte del sol. Los lentes son otro elemento esencial, te protegen del sol y de las basurillas en el aire y hasta de los insectos, y en algunos casos hasta de infecciones por ir viento en contra con los ojos descubiertos. Checa cuánta gente que anda en bicicleta o motocicleta no usa lentes y verás que rojos o irritados tienen los ojos.
Finalmente, usa guantes, es muy cómodo, pues cuando no estás acostumbrado a la bici, suele lastimarse la parte baja de la palma por la presión sobre el mango del manubrio. Los guantes te protegerán de ello y además no te sudarán las manos, algo peligroso pues tu agarre podría ser frágil y resbalar. Las consecuencias te las imaginas, ¿verdad?
 Otros consejos que no hay que echar al saco de la indiferencia es usar ropa cómoda. Viste un corto o una bermuda, jamás el molesto y acartonado pantalón de mezclilla; calzado cómo tenis, nunca caigas en esas moditas de los que llevan sandalias, porque además de mostrar tu desconocimiento absoluto podrías resbalar del pedal y no te cuento lo que le pasaría a tu pié descalzo.

Como puedes ver, son consejos y tips muy sencillos de llevar a cabo, pero esenciales para disfrutar y andar más seguro en tu bici. Ponlos en práctica y recuerda que el próximo domingo es el ciclotón grande, el que le da la vuelta a gran parte de la ciudad. Tiene una extensión de 34 kilómetros y se celebra el último domingo de cada mes. Inicia a las 8 de la mañana y termina a las 14 horas.
Si te interesa, puedes integrarte en las diferentes avenidas que cruza como Río Churubusco, Patriotismo, Mazatlán y Durango en la colonia Roma, Paseo de la Reforma, Avenida Juárez, Centro Histórico, Fray Servando a la altura del mercado Sonora y hasta la Delegación Venustiano Carranza, Troncoso hasta Viaducto y el mismo Viaducto hasta Palacio de los Deportes y Foro Sol para cerrar el circuito en Río Churubusco.
Anímate, vale la pena, recorre hasta donde tu capacidad te lo permita y diviértete haciendo ejercicio.
Nos  vemos en la próxima entrega de ¡Vamos a rodar!.

¡Y recuerda, rueda hasta donde tu imaginación te lo permita!



miércoles, 18 de mayo de 2011

Acude a la Rodada del Silencio

Hola, les hago partícipes de este evento que creo es importante asistir para la causa no sólo de los ciclistas como nosotros de esta ciudad, sino de muchas personas que buscan cambiar el entorno y se encuentran con obstáculos. Entérense y acudan, vale la pena. ¡Es Hoy!

RODADA DEL SILENCIO
Esta vez la Ciudad de México participara por cuarta ocasión en Ride of Silence 2011.
Esperamos tu asistencia a este evento ciclista, por los caídos (muertos) y atropellados a bordo de una bicicleta y por el respeto al ciclista.
P R O G R A M A
Día: 18 de Mayo de 2011 a las 18:00 hrs. Marcha en bicicleta y en silencio para conmemorar a los ciclistas caídos por atropellamiento, que se efectuara rodando por todo Paseo de la Reforma del Auditorio Nacional al Zócalo Capitalino del D.F.
La cita es las 18:00 hrs. entrega de material para la rodada.
18.30 hrs. a 19:00 hrs. dirigirán unas palabras los Organizadores del evento, Francisco de Anda Orellana de Seguridad Vial México miembro de una ONG, Ismael Velazquez y el Poeta Rodrigo Solís declamara unos poemas acerca de la Ride of Silence. Se les pide a los asistentes, lleven ropa de color blanco y una veladora.
A las 19:00 hrs. en punto es la salida del Auditorio Nacional por todo Paseo de la Reforma y solo ocupando un carril, iremos en fila de dos, a una velocidad de 10 Km/hrs, al llegar a Avenida Juárez, nos bajaremos de la bicicleta e iremos a pie con veladora encendida en la mano, hasta llegar a la plancha del Zócalo, donde se hará un performance, se dirigirán unas palabras y se declamara un poema al público asistente.
Consulta el evento de la Ride of Silence Ciudad de México, D.F.
http://www.facebook/ .com/?ref= home#!/event.php? eid=129856347090 997
@biciraptors# rideofsilence201 1

lunes, 9 de mayo de 2011

Ciclismo en la ciudad, una fiebre saludable



La temperatura del ciclismo va en aumento en el cuerpo de la ciudad y lejos de preocuparnos por su salud, nos debe alegrar: Hay vitalidad es sus venas pavimentadas y en esos microorganismos llamados ciudadanos que cada vez son más pedaleando de un destino a otro.
De entre las tantas noticias negativas que nos asfixian cada mañana en los noticieros o parecen oscurecer el horizonte como la puesta del sol sobre nuestro cielo cada vez más contaminado, el boom que ha tenido el uso de la bicicleta de unos años a la fecha realmente ha sido una bendición no sólo para los que nos encanta rodar y rodar para robar cada vez más terreno al malvado imperio de los automóviles, sino para la salud de una población, hasta el momento condenada a la obesidad y el sedentarismo.
No obstante, aunque cada mañana, estoy seguro, hay un individuo más que se atreve a sacar su bici para darle un giro a su calidad de vida y rebelarse activamente contra la caótica manera de vivir y transportarse en esta urbe, me pregunto si están haciendo lo adecuado a cada pedalada, si su nuevo medio de transporte es el indicado para ellos; porque una cosa es cierta, una cosa es subirse a una bici, otra es andar en ésta y una muy distinta es rodar en ‘tu bici’.

Una extensión de tu cuerpo
Si tu eres uno de los atrevidos que ha dejado el auto o el transporte público para unirte a la tropa ciclista que acude a su trabajo, a la comida o sólo prefiere rodar los fines de semana, debes hacerte las siguientes preguntas y corroborar que las respuestas sean las exactas cuando vas en su bici.
¿Es la rodada (tamaño del rin y llanta) que debes utilizar, el cuadro de la bici es adecuado para tu estatura, el asiento tiene la altura correcta, tu manubrio o volante es cómodo de acuerdo al tipo de rodada que haces, los frenos son funcionales?, y más importante aún, ¿llevas la combinación de cambios adecuada (entre los llamados platos delanteros y los piñones traseros del sprok) para andar en calles pequeñas o avenidas, incluso las distancias, usas los accesorios básicos para rodar como lentes, casco y guantes?
Ufff!, parecen demasiadas cosas, ¿verdad?; mejor metamos freno a la lista, no vaya a suceder que te arrepientas y des un paso atrás.
Pues bien, aunque parecen aspectos engorrosos o de poca importancia, son primordiales a la hora de rodar y sin duda, tomarlos en cuenta nos hará mejores ciclistas conforme pase el tiempo, y eso, aunque no se crea, es una ventaja enorme en una ciudad en que pocos respetan a los ciclistas y en donde, cuando se domina el tema del pedaleo, se puede llegar a casi cualquier sitio en menor tiempo que un auto en un día de tráfico normal entre semana, aunque parezca ciencia ficción.

Los puntos básicos
Mucha gente podrá decir que cuál es la utilidad o el caso de hacerse de una bici si ya existen programas en donde puedes acceder a una, ya sea de manera gratuita o mediante una cuota; no obstante, existe una realidad inescrutable: no es tuya, no está hecha a la medida, y para decir verdad, una bici debe de complementarse con nuestro cuerpo. Es como calzar un par de tenis de tu mismo número pero de diferentes personas, y encima de eso correr. ¿Te lo imaginas?
Pues bien, mi consejo es que si realmente quieres hacer de la bici no sólo tu transporte, sino una manera diferente de vivir y adoptarla como tal, compra una propia, ya sea nueva, usada, o arregla o modifica la que tienes. Será una bici hecha a tu medida.
Los tips para llevar a cabo esas tareas son pocos, tampoco te asustes, y después de realizarlos me dirás en un par de semanas si experimentaste o no la diferencia.

-El cuadro de la bici
Para comprar una bici, lo mejor es que sea un cuadro ‘de montaña’, por la comodidad que brinda la posición en que vas sentado y porque en las calles se debe frenar demasiadas veces, así como subir y bajar continuamente de los pedales. Nunca compres o uses un cuadro ‘de ruta’, es decir, lo que conocemos como ‘de carreras’, pues como su nombre lo señala, son para carreras, alta velocidad y recorridos muy largos sin interrupciones de marcha.

-La medida del cuadro
Un buen consejo es que montes tu bici y te coloques sobre el tubo principal que va del manubrio al sillín o asiento; éste no debe tocar el tiro entre tus piernas, si acaso rosarlo muy levemente. Eso te indicará que es de tu tamaño. De ser más alto, podría ser un fuerte golpe en partes delicadas en caso de frenar bruscamente y bajar del asiento.

-Rodada
Para mujeres es ideal que sea rodada 24; para hombres la 26; para niños depende de su edad y estatura, pero rodada 16 o 20 son perfectas.

-Llantas
Casi nadie le da importancia, pero son un aspecto vital para rodar en ciudad. La mayoría de las bicicletas vienen equipadas con llantas muy anchas y con mucho dibujo, lo que provoca mayor fricción sobre el piso, haciendo más pesado el rodamiento. Ese tipo de neumático es ideal para terracería o montaña, pero para la ciudad lo mejor es una llanta de poco dibujo, casi lisa y muy delgada. Para conocer las medidas correctas debes mirar los números en la llanta. Justo después de la medida de rodada, le siguen otros dígitos (ejemplo: 26 x 2.00). Las de montaña son 2.00 a 2.10, las de ciudad son 1.50). La diferencia de rodamiento es enorme. ¡Pruébalo!

-La altura del asiento
Existe un mito que aún se maneja mucho entre quienes comienzan: que sentado en el sillín debes alcanzar a tocar el piso. Eso es una mentira. De hacerlo lo único que conseguirás es pedalear con las rodillas sumamente flexionadas, cansarás demasiado tus muslos, forzarás tu pedaleo, irás muy lento, y de hacerlo una práctica constante podría provocar una lesión en las rodillas.
Algunos señalan que lo ideal es pararse junto a la bici y acomodar el asiento justo a la altura de tu cadera, pero ninguna medida es más exacta que subirse a la bicicleta, sentarse en el sillín y elevarlo hasta que tus piernas queden casi totalmente estiradas cuando haces apoyo en el pedal que queda abajo. La flexión en rodillas debe ser mínima, aunque si debe existir. Atención: el suelo no se alcanza a tocar jamás. Si tu asiento está a la altura indicada tendrás mayor potencia de pedaleo, ¡compruébalo!

En la siguiente entrega abordaremos los aspectos que han quedado pendientes, pero con estos tienes tarea suficiente para poner en práctica.

¡Y recuerda, rueda hasta donde tu imaginación te lo permita!